La conocida marca The Temple Bar me contacto a comienzos de 2017 para diseñar packaging y etiqueta de uno de sus whiskies. Tal vez se pregutaran, porque esta tradicional marca irlandesa necesitaba una imagen tan porteña/argentina para su producto? La razón es que ese whisky tiene un gran componente de argentinidad: nada menos que dos años de añejamiento en barricas de roble de vino malbec, que fueron llevadas a Irlanda para terminar en ellas durante dos años un whiskiy que llevaba ya 12 de añejamiento. Y asi fue que comenzamos a trabajar en el diseño, primero en el contenedor de la botella y luego en la etiqueta. El contenedor es una lata cuyo diseño fileteado ocupa las cinco caras laterales mas la tapa y en esta desplegamos todos los recusos del fileteado, como son las formas estilizadas en colores vivos y la misma tipografía ornamentada que se utiliza en los carteles de Buenos Aires. De hecho, la edad de este whisky es esta indicada con un número 14 similar al de los colectivos Los originales fueron pintados sobre papel y adaptados al formato digital, excepto el de la tapa, que lo hice sobre una pequeña tabla que envié luego como obsequio para que la luzcan en el tradicionalisimo local que The Temple Bar tiene en Dublin. El diseño de la etiqueta fue algo mas complicado, debido a la sobrecarga del espacio en su tamaño tan pequeño. Tuve que realizar alli una sintesis de cintas, leyendas y flores para que entraran armoniosamente y fueran legibles. Luego de dos años de trabajo, las latas estuvieron listas y el whisky finalmente salió a la venta en una edición bastante acotada de solo 1500 botellas.
Aquí va la informacion detallada del ultimo curso que dictaré en mi taller de Buenos Aires
Fecha: Sabado 7 y Domingo 8 de Octubre de 14 a 18 hs.
Lugar: Taller de Fileteado Porteño – Alte F J Segui 1465 Capital Federal
Duración: 4 horas cada dia (8 hs totales)
Valor: $ 2.700.- INCLUYE TODOS LOS MATERIALES.
Vacantes: 12
Curso de nivel inicial de teoria, dibujo y pintura de fileteado porteño, con
un programa equivalente a un mes de clases regulares.
(No es necesario tener conocimientos previos)
Se entregan certificados
Realizar un curso online era un proyecto mío largamente elucubrado, que recientemente se concretó. Desde el inicio, cada vez que intenté poner manos a la obra me encontraba con la dificultad de lograr algo con buena calidad de imagen, bien diagramado y de fácil comprensión. La solución llegó inesperadamente, cuando la gente de Domestika.org se contacta conmigo para proponerme hacer el ansiado curso en octubre del año pasado. Primeramente me explicaron su modo de trabajar y me mandaron en detalle la estructura del curso. Dentro de ese “molde” teórico pude verter toda mi experiencia docente, que por otra parte ya había desarrollado hace unos años en formato libro. El resto fue elaborar un proyecto concreto paso a paso. Es interesante destacar que en los cursos de Domestika cada docente se presenta y explica detalladamente su experiencia y su formación. A mi entender, esto hace que el estudiante se involucre mas profundamente con la materia de estudio.
En diciembre de 2016, un equipo de filmación vino desde España para grabar el curso. Un despliegue de cámaras luces y materiales ocupó la totalidad de mi taller durante los cinco días que duró la grabación. Finalmente, luego del proceso de edición, el curso estuvo listo a mediados de febrero.
Cabe destacar que los alumnos luego de realizarlo, acceden a un foro donde podemos interactuar para resolver algunas dudas.
Pueden ver el trailer y eventualmente adquirirlo en el link
La mirada de los otros siempre configura una nueva dimensión sobre nosotros mismos y sobre lo que hacemos. Hoy visité por segunda vez la escuela Leopoldo Marechal, muy cerca de mi taller, para ver la presentación de los trabajos de los alumnos de 6º grado, sobre fileteado porteño. Una vez más quede sorprendido, no solo por el recibimiento que tuve, sino por la capacidad creativa de esos chicos que hablaron sobre fileteado porteño e hicieron un emotivo recorrido por mi propia obra. En la sincronizada performance que todos juntos protagonizaron me hicieron sentir que mi trabajo era mucho mas grande de lo que supongo es en realidad. Vaya también aquí mi especial reconocimiento para Yaela, la maestra de plástica que los incentivo -y me involucro- en esa didáctica misión que culminó a modo de festejo justo hoy, en el día del fileteador.
No se cuan competitiva puede ser la cocina argentina frente a la de los países culinariamente consagrados, pero estoy seguro de que el fileteado ha sido la marca distintiva para comenzar a comerla con los ojos. Uno de los primeros trabajos que hice fue allá por el año 2006, cuando unos comerciantes de carne argentina en Ingraterra me encomendaron el diseño de un banner para su chiringuito itinerante llamado Chimichurri. En ese diseño esta presente el naipe mas vigoroso del truco, el as de espada, que especialmente me pidieron para plasmar la argentinidad de la composición. Se me pianto una lagrima cuando me mandaron esa foto de su stand montado nada menos que en el festival de Glastonbury. Tambien la carne a la parrilla me fue pedida fileteada desde Mexico (Lo del che, parrilla argentina) y desde Alemania (Call a Grill) en donde el cliente y mi imaginación me obligan a incorporar los mas variados íconos de la argentinidad. El pingÜino, el hornero, el mate, el asador, la flor de ceibo…y las empanadas, que parecen ser el formato mas versátil de la gastronomia argentina. De empanadas hice un diseño integral que incluye pizarras, menúes y vidrieras para los varios locales que posee El Porteño en San Francisco y algo de eso para Bouder & CO, en Colorado (ambos en USA). Osteria Argentina puso a rodar su truck food por Italia blasonando la heráldica fileteada que me encargaron y Los Franchutes de Paris me hicieron mezclar las empanadas con los cocktails para su bistró. En esta muestra de sabores nacionales no pueden faltar nuestros dulces por excelencia, los alfajores. Para una emprendedora argentina de esta especialidad en UK hice el diseño fileteado circular de Las Pampas. Me gusta mucho realizar trabajos en torno a esta temática. A veces viajo hasta cada país para pintar y otras en cambio trabajo cómodamente en mi taller. Lo importante es llegar, de algún modo u otro, hacerse presente con el fileteado para darle un poco mas de sabor a todo eso que los argentinos necesitan y extrañan comer cuando están lejos de la patria.
Desde muy joven aprendí que fileteado sobre vehículos era un trabajo tan arduo como minucioso. Mi primera experiencia a los 21 años no fue demasiado feliz. Un chapista me llamó para filetear la cabina de un Scania 112, de aquellos trompudos color naranja. Nada complicado: nombre en la puerta y bandera al frente. Todo fue bien hasta la hora del almuerzo. Los chapistas me invitaron a comer un asado con abundante vino y no del mejor. Después de eso no pude sostenerme en pié delante de mi trabajo y tuve que continuar al otro día. En aquellos tiempos el fileteado de vehículos no era un trabajo bien pago y meritaba cierta experiencia de mi parte. Tuve la suerte de poder trabajar -y aprender- con mi segundo maestro, Ricardo Gómez, por lo que decidí no pintar más vehículos ajenos hasta poder decdicarme a los propios. A mis 29 años logré comprarme un sulky, que restaure y decoré durante dos años. Esto me permitió experimentar todos los pormenores del fileteado de un carro, comenzando por la preparación de las superficies; también a probar las lacas como acabado final, que son mucho mas resistentes que el barniz sintético y vira al amarillo con el tiempo. Estuve muy orgulloso de ese carro hasta que 10 años mas tarde lo compraron unos americanos que criaban caballos de polo en la ciudad de Lobos. Mi segundo vehículo fue – y aun sigue siendo- mi auto, un Renault 12 TS break modelo 1981. Ese trabajo me llevó unos seis meses y apliqué un criterio mas libre que el clásico de filetear cada panel lateral, optando por un diseño mas continuo. En 2010, me dediqué a filetear una moto Vespa que tuve en Madrid ese verano y los dos siguientes. En el año 2011, decidí repintar todo mi Renault porque el color de base estaba muy gastado. El blanco original fue sustituido por un vistoso rojo brillante abajo, verde en el techo y franja color marfil en medio, como la línea de colectivo 109. Aproveché para mejorar los dragones laterales, la temática del capot y le aplique algunos detalles de falsa madera. Estas tres obras móviles las hice en forma experimental, con intenciones más lúdicas a las que puedo aplicar cuando trabajo para mis clientes, donde uno siempre está sujeto a tiempos de entrega más acotados. O sea que la mejor manera de estudiar el fileteado sobre los vehículos es hacerlo sobre los que uno pueda tener…y también usar.
Mas adelante les contaré sobre algunos vehículos fileteados a terceros.
El fileteado sigue cumpliendo su función ornamental como en sus orígenes, y este nuevo diseño que realicé para Tupperware es algo más clásico que el anterior. Por eso el original lo pinté con esmalte sintético sobre papel, tal como se pintaban los vehículos a la manera tradicional. Lo que cambia actualmente es el tratamiento que le doy a ese diseño pintado, que es precisamente la adaptación al formato digital para su reproducción según las necesidades del producto. En este caso, las limitaciones en la impresión de los colores fueron mínimas y la calidad del contenedor es excelente, ya que la imagen parece inalterable con el uso.
Convocado una vez mas por los hermanos orientales, el sábado 27 y domingo 28 de agosto cruzaremos el río para dar un curso intensivo de en la Escuela CARNE de Montevideo. Serán dos jornadas en las que veremos teoría, dibujo y pintura del fileteado utilizando la técnica tradicional. Los materiales estan incluidos y se entregan certificados. Para informes e inscripción contactarse con hola@escuelacarne.com
Quiero compartir aquí algunas consideraciones sobre el fileteado porteño aplicado al diseño. Son más bien algunas nociones caseras, ya que no tengo demasiados conocimientos como diseñador, partiendo de tres puntos principales.
1) el conocimiento del Fileteado, 2) la gestión de un trabajo y 3) la forma de diseñar
En cuanto al primer punto, a la hora de realizar un diseño fileteado para su posterior uso lo principal es conocer muy bien dos aspectos de esta disciplina, que son manejar bien los elementos que componen el repertorio y los posibles significados que puede transmitir en el trabajo a realizar. Todos los elementos típicos como cintas, flores, hojas de acanto, motivos zoomórficos, elementos de relleno (perlas, óvalos y diamantes) se pueden componer o armar de manera que acentúen más un significado que requiere el diseño. Se puede jugar articulando dialécticamente formas “blandas”/“duras”, cerradas/abiertas, pesadas/ligeras, barroco/minimalista por dar algunos ejemplos. Tambien como se pueden combinar con elementos externos tales como logotipos, textos y tipografías.
Las ideas principales que transmite el fileteado se relacionan con su carácter tradicional, su factura artesanal y fuerte identidad.
Lo tradicional, esta vinculado a las costumbres de un pueblo y sus antepasados. Es la raíz que tiene el fileteado como pintura ornamental que se inicio como decoración de vehículos. Lo artesanal, se percibe en su estética realizada manualmente y no por medios digitales o procesos industriales. Como un producto artístico, el fileteado tiene un sello de identidad que remite a Buenos Aires en particular y a la Argentina por extensión.
El segundo punto, que es la gestión de un diseño se debe a que estos vienen realizados en su mayoría por encargos de clientes que quieren representar productos o marcas con el fileteado. A veces es normal que el cliente no sepa que es lo que quiere, porque no conoce a fondo el fileteado, ni sus propiedades y este es un obstáculo que a veces lleva a desistir de ciertos encargos. Es fundamental entonces hacerle comprender al cliente cuales son los valores que transmite una imagen fileteada y a partir de allí relacionar y armonizar los elementos del fileteado y los de la marca.
El mejor modo de desarrollar el trabajo creativo de un diseño comienza con obtener la mayor cantidad de información por parte del cliente, y sobretodo tratar de sintetizarla y ordenarla para hacer una devolución que describa claramente el proyecto del diseño, Esto evita trabajar inútilmente y optimizar el tiempo, que por lo general es siempre acotado. El proceso creativo de un diseño contempla también cada uno de sus pasos, que es necesario pautar con el cliente antes de formalizar cualquier trabajo.
Realización del boceto, modificaciones requeridas en el mismo, tiempos de entrega, forma de entrega y forma de pago son algunos de los puntos a tener en cuenta.
Otro punto fundamental es convenir de manera escrita los alcances del uso que se le dará a un diseño, como si también que ese diseño no se pueda transferir ni utilizarlo para otros fines para el cual no fue creado. Esto implica una negociación minuciosa, por no decir ardua, como así también especificar cuando no se entrega el original de la obra porque lo que se esta cediendo es solo su imagen. Para terminar, no hay que olvidar registrar la obra y adjuntar una imagen firmada a la cesión de derechos, como también ajustar el contrato previo que nos presenta el cliente.
El tercer punto, la forma de diseñar, surge en base a la aplicación de los diferentes diseños que nos pueden encargar. Para ello hay que conocer el proceso de producción de lo que será el producto final, para elegir los medios con los cuales se va a realizar el diseño. El método más práctico es pintar el diseño sobre papel, para adaptarlo luego en formato digital al uso que se le dará. Si se trata de ropa, calzado, packaging, el cliente nos va a dar los planos del mismo. Para indumentaria tenemos que conocer la progresión de talles, para que no afecten la impresión final del diseño.
Para trabajos a gran escala, hay que pintar en un tamaño que nos permita conservar los detalles. En estos casos la obra original se fotografía en estudio, (cartel de gran formato para Aiwa, en 2001) para su posterior retoque y reproducción. Si se trabaja en tamaños pequeños, (packaging) el original será escaneado con la definición necesaria para poder ser impresos (envases de latas, en 2005 y Tupperware, en 2015). Las impresiones digitales requieren un mínimo de 100 dpi y el off set 300 dpi sin perder calidad. Cuando los diseños son simétricos, los originales pueden ser pintados a la mitad, y espejarse en photoshop. A veces es necesario saber vectorizar los diseños y separarlos en capas, para darle al cliente diferentes opciones de fondos.
Otro método es trabajar con diferentes módulos, conservando por ejemplo la parte central del diseño y realizar diferentes los marcos (campaña para Turner Argentina, en 2014). Es muy importante poder manejar programas de diseño que nos permitan trabajar separar, transformar y reproducir los diferentes elementos.